¿Cuántas veces somos capaces de caer? Me refiero a cuando tropezamos con distintas piedras y mismas aristas.
Cuando crees que has aprendido y caes, reconozco que tal vez entre otras muchas esta es una de las veces en las que he sabido dejar claro mis limites.
Esas brillantes notas de quejidos, no, no resuenan en mi cabeza como solían hacerlo, antes de..
¿Qué son las cosas que omito de mí? Todo el mundo se niega realidades, cosas que no son capaces de ver, que no pueden ver. Si no puedo verla ¿Cómo voy a reconocerlas? ¿Qué es lo que me niego a ver?
Entonces pienso en las veces similares, donde he acabado, sin rencores ni más responsable que los pasos que he dado, las consecuencias de los actos y sus repercusiones. Mi comportamiento, lo que se llama aptitud ciertamente es bipolar y extremadamente intensa en su sentir.
He gritado en textos y canciones desde mi cárcel, no es que ya no escriba poesía, no es eso.. No hallo la pasión al momento en su adecuado tiempo, deseo disfrutar y estas extrañas circunstancias sacadas de una película de serie B.
Mi problema es que cuando tropiezo con una piedra ruedo cuesta abajo y hacia atrás.
¿Qué hago con todo esto?
¿Debo afrontar que no tengo las mismas capacidades que los demás?
¿Qué puedo aportar yo? ¿Estoy roto? Si esto va a ser así, no si yo voy a ser así siempre ¿Qué puedo aportarle yo a nadie? No quiero que nadie pase nunca más. No quiero que sientan pena por mi, no quiero que vean esta fealdad. No quiero que duela, no quiero... ¡No quiero ser débil! No se como dejar de fallar, quiero dejar de fallar.
Mi funcionalidad del 89%, enmarcada en un papel. El mismo peso que siento atado en el pie, sumergiéndome en el océano hasta saludar a criaturas abisales. Deformadas bajo su presión, caras monstruosas y ojos vacíos. ¿Va a deformarme a mí también?
Pienso: Los monstruos una vez también fueron personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario