No veía que de noche
se me cae el sol al agua y se apaga
tejiendo una telaraña
para escalar por el barranco de tu ventana
sólita me quedo sin pensar
en una estrella que caiga y me de en la cabezota
perdí el conocimiento, allí mar a dentro
se escriben poesías en sus travesías
ámame segura, te aseguro mi vida a todo riesgo
que no cierren el mercado central si no vas a buscar mi cabeza
a la carnicería de la tía Teresa.
de cerámica son mis huesos echos polvo.
comerás tierra si me quieres muerta
mi sangre no es vino, no soy tu profeta.
vivo, en esta ciudad soy testigo
de miradas desconocidas
en esta ciudad sobrevivo por que no creo en el destino.
aun que a veces si creo en que debíamos encontrarnos.
bebernos y enamorarnos a no quizá me enamore yo
de tus calles y palabras
de tus valles y palabras susurradas.
las caricias que se venden no acaban en un pozo seguro
yo soy el olvido de lo que no quieres recordar el alimento de tu cuerpo
algo por lo que pasar
yo soy tu olvido reventando en tus oídos
al contacto de mi, orgasmo.
precipicio.
dile a tu dios que guarde todos tus secretos
bajo llaves puertas. muertes que dejas a tus pies
sin aliento me tienes.
eres tan difícil, crees que no puedo acercarme por que me quemas
si tu eres un sol, no te alejare del agua,
no te abrazare para que me quemes pero dame tu calor que traiga la paz
a mi mundo tus rayos misera musa.
que haces de mi cárcel tu parque de recreo
y ahora aun sigo si te veo con mi carne y mis huesos.
y si el destino es mi camino lo escribiré contigo o sin ti
no recelo de un polvo dos o tres
pero no me tengas mas a tus pies que me quedo sin rodillas
ven, despega las alas no tengas miedo.
de este mundo escapemos e imaginemos.
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