domingo, 13 de enero de 2013

Abrazar una estrella 1ª parte

se acerca ya viene caminando, quiere cambiar el mundo y no ve que le están retando.
a lo lejos se admiran el uno al otro.. pobres necios no entiendes que sus odios se pagan con la misma moneda.
Ya viene ya se acerca alzando el brazo subiendo sus piernas, paso a paso hacia el destino escogido.
La lluvia empieza a perfilar sus rostros de una manera súbita  inocente cae sobre sus mejillas y empapa sus trajes, negros como la luz de la tarde.
Se paran el uno enfrente del otro, sin mediar palabra.. les basta una mirada para saberlo todo.

Un violín quizá o dos.. empezaron a violar sus mentes y una misma melodía como tratándose de una banda sonora.. acudió ha aquel triste y tenso instante.
Una bandada de cuervos ocuparon las torres viejas, que asomaban su abandono por la caída de ladrillos grises de sus muros y sus alturas. Que paraje tan yermo solo unos pocos arboles y tierra mas fina que el polvo.

La lluvia seguía sin cesar.. ellos empezaron ha acercarse y a quitarse sus camisas empapadas. Uno tiro un cuchillo, el otro tiro una pistola.
Uno de ellos era moreno, alto y delgado con sus ojos mas bien pequeños y delicados. Un perfil fino de caballero. Joven e impulsivo.. Aun que en ese instante solo se dejo llevar.
Él Otro, mas afable, inspiraba seguridad y desafió con su mirada. Poca experiencia mas que su rival.
Su flequillo tapaba casi su rostro y se lo aparto hacia el lado izquierdo.
Eran lobos y corderos, atraídos por la luna.

Una estrella se abrió paso entre las nubes y la lluvia iluminándoles el resto de su camino dividiendo un centro perfecto y de allí, en un trapecio descendió una criatura magistral, dispuesta a darles favores.
Parecía una mujer que alegro sus sintonias, parecía llevar una maquillaje especial, que volvía a sus ojos mas seductores, a pesara de su azul tan claro que se iluminaba en la oscuridad. su pelo recogido con algunas trenzas naturales rodeándolo. Su piel era dorada y resplandecía.

Los dos hombres seguían caminando y quitándose la ropa, los violines se aceleraban. La lluvia empezó a bordear las siluetas de sus cuerpos. La estrella los paro situándose entre ellos y colocando la mano sobre sus pechos debuto aquel atropello. Ellos besaron todo su cuerpo y sus labios se quedaron plateados por la calidad del veneno de la estrella. Hechizados en medio de ninguna parte y mojados por la lluvia la abrazaron y lloraron como dos niños. Ella sin perder la postura acaricio sus cabezas y se dejo adorar.
Con solo una mirada les hizo entender.. y uno se tumbo sobre los charcos y el barro, mientras él otro se ponía de rodillas y empezó a reconocer los músculos de su enemigo con sus propias manos.
Sus tobillos, sus gemelos.. poco a poco se fue acercando a sus caderas, su pecho.. contra el del otro y sus miradas quedaron sostenidas.
La estrella observo sin inmutarse y se quito con gracia un velo de su cintura. Ellos se cogieron la cara el uno al otro y se la apretaron mientras notaban que se les ponía dura sin poder evitarlo. Ella los aparto y los tumbo uno al lado del otro. se inclino entre los dos apoyando sus rodillas y sus manos, Ellos no se desconcertaron ni un solo instante el moreno llevo su boca hacia la entre pierna de la estrella, él otro empezó ha acariciarla por todas partes, pese al placer la estrella no parecía inmutarse, se sentó sobre el moreno agarro su polla y se la metió hasta lo mas profundo, y empezó ha gozarlo, entonces a su señal el otro mozo también se la metió y los tres gozaron, a pesar del odio que los dos jóvenes se procesaban.

La mirada de la estrella era ardiente e incandescente pero a la vez seguía teniendo ese toque gélido y seductor, su aliento parecía frenar la lluvia que mojaba sus cuerpos sobre el barro. creando una escultura viviente. La luz de la estrella era cada vez mayor.
hasta justo el instante de su fundición con el cosmos y su luz se volvió deslumbrante y cuando se hubo apagado.. sobre aquella explanada.. solo quedo la lluvia y los charcos.. unas capas de ropas y las armas.
pero nada de los hombres que iban ha matarse. nada de ellos ni de la estrella.









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